摘要: | La lengua que se enseña, se aprende y se genera en el aula, descontadas las excepciones confirmadoras, adolece de falta de naturalidad y de viveza (Danesi 1991, 1992; Lamarti 2011). Ese defecto, por regla general, no se corrige hasta que el estudiante entra en contacto con espacios y situaciones reales de inmersión en lugares cuya lengua nativa es la lengua meta que está aprendiendo. Ocurre, sin embargo, que tal contacto no siempre se produce o no se produce durante el tiempo suficiente, de modo que la lengua aprendida sufrirá, a menudo sin que el propio aprendiente sepa la razón primera de ello, una carencia crónica. La lengua del aula tiende a dar vueltas en círculos y resbala hacia formas propias del lenguaje reflejo o formulaico. Improvisar discurso, es decir, desmoldar la lengua, sacarla de sus casillas de manual y asumirla tal y como es: imprevisible y espontánea, se presume esencial para un óptimo desenvolvimiento lingüístico y comunicativo. En este sentido, la literatura, con sus textos y sus juegos, proporciona oportunidades, dinámicas y medios excelentes para la práctica y el desarrollo de las capacidades de improvisación de los estudiantes en la lengua extranjera que aprenden. |